lunes, 23 de abril de 2012

El Tiempo Que Se Fue


"Gente y espiritus de Mexicas en el Metro Insurgentes" oleo sobre tela, firmado y fechado Abril 2012 por Leo Mondragón

El Tiempo Que Se Fue 
Por Leo Mondragón

Hoy recorro las calles de mi infancia, en aquel pueblo que ahora es ciudad. Antes no era ciudad. Esas calles eran solo calles en donde crecí. El lugar donde yo vivía de chamaco.  Miles de recuerdos se amontonan a un ladito de las esquinas donde solía jugar, ahora lugares lúgubres llenos de grafiti con insignias indescifrables de escuincles de secundaria y pandillas de narcomenudeo que delimitan sus territorios. Mis recuerdos se amontonan alrededor de los autos viejos y nuevos estacionados en las calles como abandonados por sus dueños y salvaguardados por sus alarmas, entre los postes de luz y teléfono que por raíces tienen bolsas de basura y por ramas tienen cables horrendos  que surcan el azul nebuloso del cielo contaminado. 

Aquí fue donde crecí. En otros tiempos un lugar hermoso. Recuerdo muy bien aquellos tiempos cuando pasaban las avionetas a través del cielo azul echando publicidad para que los de la colonia supieran que había llegado el circo al pueblo. O anunciando las funciones de lucha libre. “Echa papelitos, echa papelitos!”  gritábamos los chamacos a las avionetas que pasaban bien cerquitas de nuestras azoteas, aventando al aire su publicidad en papelitos! El chamaco que rejuntaba más papelitos era algo así como el rey del barrio. Eran tiempos de abundancia, había mas arboles creo, eran tiempos de inocencia. Poco solíamos saber de las cosas capitalistas que rigen al mundo, en mi infancia solo nos dedicábamos a jugar. 

Mi infancia fue majestuosa y fantástica. No teníamos la tecnología que tenemos ahora y lo máximo era jugar con los amigos, los primos, los vecinos, a las escondidillas, el futbol,  jugar a la familia, a los luchadores, o con los juguetes de Navidad y  los Reyes. Todo era jugar, jugar, jugar. Hasta en las cosas más simples había juegos. En los Submarinos Marinela siempre había juguetitos. Personajes de las caricaturas de ese tiempo. Comprábamos las cuzquearías solo por los juguetitos y para intercambiarlos. En los cereales siempre traían de regalito algo curioso y padre para jugar. Ahora ya no traen nada más que calorías disfrazadas. Todo ha cambiado. Antes era jugar, jugar!

Que tiempos aquellos. Tiempos que no volverán. Donde se habrán ido esos tiempos. Que mago fantástico se los habrá embolsado y no los quiere regresar? 

Camino y veo como todo ha cambiado. Quien sabe si para bien o para mal. Creo que más para mal. No hay pintura nueva en las paredes de las calles de mi infancia. Todo parece sucio y descuidado. La gente que camina por ahí  no te reconoce. No te saludan, dan la impresión de que ni siquiera ellos mismos se saludan al despertar.  Hay gente nueva que parece que esta a punto de morir por las fatigas de sus vidas. Ya no se escuchan los ruidos que hacían los niños al jugar por las calles. Ahora solo se escuchan ruidos estruendosos de videojuegos caseros o música de banda y narco corridos a través de las paredes cuarteadas de sus casas y vidrios sucios con cortinas espesas de mugrosa privacidad. 

Entro a una tiendita de curiosidades que milagrosamente ha sobrevivido el paso del tiempo. En esta tiendita solíamos comprar los papalotes y los luchadores de plástico de mi infancia. Ahora solo venden fayucas hechas en China. China! Quien lo hubiera pensado. Antes comprar cosas Japónesas o Chinas era sinónimo de extrema pobreza. Ahora todo el mercado Mexicano esta inundado de sus inútiles productos. Todo! Vas a la fayuca y todo es Chino. Vas al Liverpool y todo esta hecho en China, Malasia, Taiwán… Los ricos y los pobres consumiendo por igual cosas que no son de nuestra tierra y que no están hechos por las manos Mexicanas de nuestros hermanos. Me pregunto cuanto dinero recibirán los políticos mexicanos  por abrir las fronteras comerciales y suavizar los aranceles para que estos productos entren al por mayor y dejen sin trabajo y comida a miles y miles de nuestros hermanos. Y aun así, estos políticos descarados nos piden votar por ellos, Gastan miles de millones de pesos para incitarnos y disuadirnos…“Vota por mi, para que te siga robando hermano Mexicano! Vota por mi! Ven, vota! Vota por mi grandísimo pendejo! En tu voto esta mi salvación ojete, ven, vota por mi!” y allá vamos, como borregos, a votar por los mismos, sean de cualquier partido, a votar por los mismos saqueadores de las riquezas de mi tierra. Asco total.

Me pregunto que pensaran nuestros antepasados si nos visitaran y nos compararan con sus tiempos? Nuestros majestuosos Aztecas y Mexicas, jerarcas supremos de nuestra cultura. Estoy seguro que nos sacrificarían en sus templos por lo pendejos que somos. Seriamos sacrificios humanos. Dignos solo para sus dioses de menor rango, como el de la mierda. Si es que lo hubiera.  Inferiores y decadentes por idiotas. Por no saber elegir y exigir a nuestros gobernantes, por dejar que las grandes compañías nos tengan idiotizados con sus cosas que nos venden y nos privan de la interacción de la raza humana. La televisión publica, la televisión por Cable,  el Internet. Nos masacrarían con sus machetes porque los chamacos ya no salen a jugar a las calles. Juegan contra si mismos, en algún dispositivo con acceso a WIFI, o  frente a un monitor. O si son afortunados, frente a una pantalla plana de plasma de 42 o más pulgadas con acceso a la web. O porque dejamos que otros pueblos se adueñaran de nuestras costumbres y nuestras formas de vida e ideologías. Nos desaparecían por lo ineptos e incompetentes que somos al haber hecho de nuestra nación una nación de saqueadores y traidores. Una nación indignante  arrodillada ante la gran enfermedad del mundo capitalista, la enfermedad del dinero.

Es triste saber que a pesar de toda la tecnología, en el mundo hay más gente con hambre, hay más gente que no sabe leer, y hay más pobreza que nunca en la historia de la humanidad. Hay más rapiña ecológica y desinterés por el bien común de las especies que habitamos nuestro planeta. La brecha entre las desigualdades sociales de nosotros los humanos es ENORME! ENORME! No es porque seamos muchos. Sucede que ahora somos mas los egoístas. Todo es dinero, dinero, dinero. Chingue a su madre el prójimo! Dinero, dinero, dinero… dame, dame, dame! Le gritan los grandes capitalistas a la sociedad, sordos ante las suplicas de la humanidad. Dame, dame, dame! Les gritan los líderes de nuestras naciones a estos grandes capitalistas. Dinero, dinero, dinero! Grita el mundo de los hombres por doquier! Aquí en mi país, allá en los otros, en todo el mundo entero! Dinero!!!

Al caminar por estas calles de mi infancia me pregunto hacia donde hemos ido nosotros los mexicanos. Hacia donde han ido nuestras familias, nuestras raíces, nuestras costumbres. Hacia donde vamos nosotros los mexicanos? Pienso en la frivolidad de que es mejor tener miles de “followers” y ser un Twitstar en la red, o en si acaso es menester tener cientos de amigos en FB si en tu colonia ni siquiera te saludas con la abuelita de tu vecina? Que ha sido de nuestros valores? 

Ciudades enteras de hermanos mexicanos que antes se reunían para combatir en contra de las grandes injusticias del país (la Independencia, la Revolución), ahora se ven mermados y abandonados por los acosos de los nuevos caciques del pueblo, los narcotraficantes. Cuando sucedió esto? Como dejamos que pasara? Como lo vamos a solucionar? Que nos falta? Acaso pueden mas ellos, con su armamento que compran sin barreras en nuestras fronteras? Acaso pueden mas un puñado de políticos corruptos que mas de cien millones de Mexicanos pura sangre?  Como permitimos esto?

Camino con nostalgia por las calles del barrio donde crecí y solo quiero irme corriendo de ahí, aunque sé que corra a donde corra, siempre lo tendré ahí juntito.

No hay ´pa donde correr. Mas que fuera de mi mismo.

Y fuera de mi mismo esta muy lejos.