miércoles, 2 de abril de 2014

El Viaje Final

                                "Espíritus de Mexicas en el Metro Insurgentes" óleos sobre tela por Leo Mondragón


Nosotros los artistas viajamos con la mente.
Somos tan pobres que no nos queda otra.
Nunca estamos en paz en donde estamos,
Y donde estamos nunca hay paz.

Ni siquiera donde vamos hay esperanza.

Yo vine aquí a petición mía.
A la ciudad que tiene mas luces en la noche
que luz hay en el día.

Cuanta luz hay en las noches!

Todo aquí es luz,
Luz que deslumbra las sombras de las noches
donde acechan, los espíritus de los ancestros.
Reprimidos, marchitos, olvidados,
tan olvidados que dan ganas de gritar con llanto!
Gritar!
Gritar de angustia por lo que se fue
lo que no esta y lo que ya no existe!

Yo no se donde se fueron todos aquellos
los cuales yo vine a buscar.
Aquí ya no hay nadie
mas que vagones vacíos en el Metro.
Vacíos de almas ancestras
que pudieran indicarme
donde encontrarlos.

Aquí ya nadie es pobre y todos son ricos
Tienen espacio donde caminar
e ir y venir.
Tienen edificios cual montañas que escalar
como aventureros que buscan
el máximo reto de aventura.

Tienen largos caminos y avenidas
que dividen la ciudad.
Espacio y mas espacio es lo que hay!
Y de todo este espacio, nadie es dueño.
Todo es prestado, como la vida, como
el aire, como los sueños
como el amor.

Aquí el amor es mas prestado que los vientos,
los vientos que tiran de las hojas
de los arboles,
como los conquistadores tiran de las cadenas
de los conquistados.

Yo vine aquí pobre,
a la tierra de los ricos.
Aquí hasta los perros son ricos,
pues la gente les recoge su mierda
como la gente recoge sus penas.
en bolsas de plástico y con lagrimas.

Penas!
Penas!
Penas!

Penas mas grandes que la melancolía!

Aquí reina la melancolía en las tardes
como reinan las incertidumbres de la vida.

Donde están? Maestros de antaño?
Donde están sus sabias sabidurías?
Donde quedo el imperio de oro y plata
que cantaba al alba
de la historia?

A veces creo escucharlos
por las comisuras de los últimos días
de mi vida.

Pero aquí ya no hay nada
Mas que tenues nubes de gris
que surcan lentamente el ocaso.

Yo aquí vine a morir,
pero no se puede morir entre tanta vida.

Entre tanta vida gris.

Por eso los artistas viajamos con la mente
para no levantar con nuestros pasos
los polvos grises de nuestra historia…


Del poema “El Viaje Final”

por Leo Mondragón