miércoles, 29 de junio de 2011

“Luisito Macías”


"Autoretrato en azul" oleo sobre tela, firmado y fechado Junio 2005, coleccion privada del autor.


“Luisito Macías”

Un Cuentito de Leo Mondragón

Luisito Macías y yo nos hicimos amigos en el 1er año de secundaria. Recuerdo bien que ese año había llovido mucho. El pueblo cercano al mío se había inundado de aguas negras y hasta dicen que de las coladeras salió una rata bien grandota y bien hedionda que puso a ese pueblo en jaque. Pero en este pueblo nunca pasaba nada. Y nada hubiera pasado si no es porque un buen día a mi amigo Luisito Macías le colmaron la paciencia. Y es que mi amigo Luisito tenía algo bien raro.

Le gustaba sacarse los mocos.

Nadie sabía con exactitud porque a Luisito Macías le gustaba sacarse los mocos.

Yo sabía que Luisito simplemente era tímido y le ganaban los nervios para todo lo que quería hacer. Y se refugiaba en su manía. Era solo una manía! Muchos del pueblo tenían manías. Por ejemplo, unos se mordían las uñas, como Florecita la hija de Doña Facunda la verdulera. Se las mordía hasta la merita carnita y ni los palazos de la verdulera le habían quitado esa manía. Otros, como Don Gustavo Gorostieta, el viejito más viejo del pueblo, tenía la costumbre de sentarse todas las tardes afuerita de su zaguán. Esta era costumbre, su manía era verle la cola a las chamacas cuando pasaban por ahí. Sarita Bonfil, la hija del sastre, tenía su manía, pero yo no sabía cuál era, solo sabía que todos los chamacos grandes del pueblo la frecuentaban seguido, claro, a escondidas de su papa. Hasta el viejo comisario municipal, Lucas Oviedo, tenía su manía! El gustaba de tomar los dineros de las arcas de la tesorería comisarial del pueblo para comprarle cervezas a Don Sixto, el de la tienda, que estaba casado con Gertrudis, la que tiene un ojo gris y otro negro, y además nunca sonreía.

Luisito Macías se sacaba los mocos muy seguidos. Lo hacía en todas partes, al despertar, rumbo a la escuela, entre clases, en el recreo, a la salida, en su casa, al hacer la tarea, al ver la tele, y hasta antes de dormir. Lo hacía en la plaza, los domingos de misa, en las ferias del pueblo, cuando llegaba el camión de refrescos, cuando se iba, cuando comía, cuando hacia los quehaceres de su casa o cuando andaba en su bici, no sé, en todos y cada uno de los momentos que me acuerdo cuando estaba con él ahí estaba sacándose un mocote. A pesar de su asquerosa manía, el era mi mejor amigo.

En el pueblo se decían muchas cosas acerca de este mal que le achacaba a Luisito Macías.

Algunos decían que era una manía que agarro desde que tenía 4 años, un día cuando su mama lo perdió en el mercado…dicen que andaba comprándole jitomates a Doña Facunda, la mujer mas chismosa del mercado, y por estar escuchando un chisme, descuido al chamaco… nomás cuando voltio el escuincle ya había desaparecido. Los que vieron decían que nomás se le fueron los ojos ´pa atrás y que se puso a gritar como la Llorona que salió en la película del Santo el Enmascarado de Plata, corriendo por los pasillos del mercado en busca de su hijito…afirman los que presenciaron todo, que iba con la mente trastornada por la congoja y gritando ¡!!ayyy mi hijito!!! Cuando paso por el puesto de las piñatas, no se fijo en las que colgaban en el pasillo, y pácatelas! Que se cruza merito con una piñatota bien grandota en forma de estrella que por dentro tenía una cazuelota de puro barro re-cocido, estrellándose la tatema con semejante piñaton. Dicen que del golpe cayó pesadamente al suelo, desmayada, y que en eso se le acerco su hijito, el cual estaba mero enfrente en el puesto de los juguetitos viendo los luchadores de plástico. Al ver a su madre ahí tendida en el suelo, no supo qué hacer, más que meterse el dedo a la nariz para sacarse un moco bien pegajoso, el cual lo embarro a la cabecita del luchador de plástico que traía en la mano. Algunos dicen que el luchador era el Blue Demon, pero que después del mocote embarrado parecía el Mil Mascaras.

Cuando despertó su mama, Doña facunda la verdulera le llevo un bolillo y una Coca bien fría ´pal golpe y ´pal susto, y luego entre los mercantes, la llevaron cargando con Don Chino, el doctorcito del mercado, el cual le puso 7 puntadas de las meras fieras, de las que cuando se curan parece que el pellejo antes de ser pellejo era un cierre. Y así fueron pasando los años y a Luisito Macías no se le quitaba la manía.

Algunas personas del pueblo decían que Luisito Macías tenía gusanos.

“Denle tecito de ruda y cuachalalate, con eso se le salen por la cola los gusanos” decía Doña Rupertina viuda de Palazuelos, la prestamista del pueblo y la mujer más rica de la región. Afirmaba que el mocoso tenía gusanos en la panza y que estos eran los que se le subían hacia la cabeza y le salían por la nariz. Decía que así le pasó a su sobrinita Jovita, por andar bebiendo agua del pozo sin hervir. Que tenía hartos gusanos y siempre andaba bien moquienta. Un día me acuerdo que la vi en la plaza principal del pueblo y me pareció que le estaba creciendo la panza. Después de eso todo el pueblo andaba chismoseando que se había fugado con el hijo del maestro albañil, Apolinar. A mí se me hacía que fue el tal Apolinar el que le pego los gusanos a Jovita y por eso traía esa panzota, y que de la pena, pues se tuvo que ir con el, ´pa que no la viborearan en el pueblo.

“Muélanle cáscara de guamúchil y póngansela en sus sopas, con esto se le van los gusanos” decía el viejo Tobías, el de la tortillería.

“Eso no le va a servir de nada, quémenle los pies con alcohol y denle agua de nopal ´pa que se le mueran los gusanos!” decía doña Pita Lagunas, la esposa del panadero Casimiro, la cual tenía a su hijito albino.

Su mama de Luisito Macías hizo caso omiso de todas las recomendaciones de la gente del pueblo. Pero un día, harta de la manía de su hijo, le hizo caso a Jacinto el peluquero, el cual le recomendó “Métale bolitas de masa calientita con anís en su anito, con eso se le espantan los gusanos!”

Una mañana de sábado, espero afuera de la panadería de Don Casimiro, y en cuanto salieron los bolillos calientitos, le compro tres. Hizo varias bolitas de masita caliente y las remojo en Anís del Mico, tal y como se lo había sugerido el tal Jacinto el peluquero. Llamo a Luisito y le dijo que se bajara los calzones, porque le iba curar. Luisito nomas pelo los ojos rete grandotes como tecolote y le hizo la corredera hacia la puerta para escapar la infame curación, pero su mama lo alcanzo a detener del pescuezo de la camisa. Entre gritos y manotadas, su mama lo acostó en la cama y le bajo los chones, y una por una, le fue metiendo las bolitas por su anito, mientras el chamaco gritaba de coraje y humillación. Después de un rato, tuvo una chorrera bien fea, de las amarillentas y bien hedionda, y cada vez que iba al baño a aliviar sus entrañas, se le fue formando una idea macabra ´pa vengarse de todos los del pueblo. Una venganza terrible. Esa venganza es la que voy a describir.

El día lunes temprano, Don Jacinto el peluquero le estaba afeitando la barba a Don Filiberto, el esposo de Doña Cleotilde la del almacén de telas. Justo cuando le iba a limpiar una parte de la rasurada a su cliente con una toallita blanca, se dio cuenta de que un enorme moco de color entre grisaceo y verde con una rayita como de sangrita estaba ahí embarrado en su toallita. El escondió la toallita asqueado, pero su cliente lo alcanzo a ver, y se asqueo también, a lo cual le reclamo fuertemente al peluquero y se hicieron de palabras. El incidente paso a mayores, ya que cuando don Filiberto se fue a su casa caminando y escondiendo de la gente que pasaba su media barba no rasurada, le conto el incidente a Doña Cleotilde, la cual, alarmada, se encargo prontamente de pasar el chisme a todas sus clientas del día. ´Pa en la tarde, ya todo el pueblo sabia del incidente del horrible moco en la peluquería, y la población se fue a dormir consternada.

Al otro día, pareciera que todo iba marchar con tranquilidad y el incidente del día anterior habría quedado en el olvido, si no es que de repente la maestra de 1”A”, Chavelita Guadarrama, salió gritando a la plaza de la escuela de la secundaria rural donde estudiábamos, armando tremendo alboroto y gritando lastimosamente que un “alíen” se había estampado y estaba muerto en el pizarrón del su salón.

Su esposo Eleuterio Domínguez, prefecto de la escuela, escéptico de la vida en otros planetas y odiado por todos los chamacos, corrió hacia el salón para ver cuál era la causa del alboroto…encontrando merito en medio del pizarrón un enorme moco embarrado de forma asquerosa. Al parecer, quien lo embarro lo hizo con saña, ya que lo estiro y lo embarro en gruesas líneas de moco con sangre como si quisieran dibujar una estrella de David con su abominable tinta… una cosa era segura, el moco tenia las mismas características y colores como los que se mencionaban del incidente de la peluquería de la noche anterior. El prefecto, que no era un hombre tonto salvo que se caso con la vieja más gritona y escandalosa del pueblo, inmediatamente sabia que ese “alíen” embarrado en el pizarrón solo podía pertenecer a una sola persona en el pueblo, y ese alguien era mi amigo Luisito Macías.

Pero había un problema, Luisito Macías estudiaba en el turno de la tarde. No había manera de que se haya metido a la escuela temprano para cometer su fechoría, el lo hubiera visto, ya que se encargaba de cuidar la entrada para negarle el acceso al plantel educativo a los chamacos que no se cortaban el pelo, que traían las uñas sucias, o que no traían completo el uniforme. Al menos que lo hubiera dejado ahí embarrado la noche anterior, por lo cual debería de estar seco. Al prefecto no le quedaba otra más que tocar el asqueroso moco para saber si estaba seco o no y salir de esa terrible duda. Odiando lo que tenía que hacer, empezó a acercar su dedo a la innombrable asquerosidad…ahí va su dedo, más cerca…más cerca…mas cerca, sudando la gota gorda, a punto de vomitar del asco…los chamacos afuera cagandose de risa en silencio…la maestra gritando lastimosamente palabras de asco y de inmundicias! …el dedo del prefecto se acerca más y más al moco embarrado…y en eso, zum!!! Que se acerca una mosca y se para mero en el moco, y ahí se quedo, pegada, de por vida, ya no se pudo librar de la tremenda cualidad pegativa del asqueroso moco, y con esto, el prefecto suspiro un Ah! de alivio y supo que el moco fue embarrado en el transcurso de la mañana, por lo cual, había que darle una visita a Luisito Macías para ver si estaba en su casa y que explicara el torcido acontecimiento.

Ahí va el prefecto Eleuterio Domínguez con toda la bola de chamacos gritando y riéndose y la maestra Chavelita Guadarrama llorando copiosamente del asco hacia la casita de Luisito Macías. Por toda la calle principal iban en friega y ruidosamente toda la chusma, y justo cuando pasaron frente a la casota de Doña Rupertina viuda de Palazuelos, la prestamista, escucharon un grito de terror, seguido de la Doña corriendo hacia afuera de su casa, con la cara más blanca que los pambazos del panadero Casimiro cuando no se le cocían bien, gritando que un horrible baboso se le había metido al cofrecito en donde tenía sus moneditas de oro. El prefecto, temiendo lo peor, le pidió permiso a Doña Rupertina para entrar a la casa y cerciorarse de que en realidad lo que la había espantado era un baboso. Doña Rupertina asintió estúpidamente, con la mirada ida, y Eleuterio entro a la casa, pero antes, pasó a la cocina por un poco de sal. Cuando fue a la sala donde tenía la prestamista su cofrecito con moneditas de oro abierto, vio la asquerosidad que se postraba sobre las moneditas. Era una masa grisácea enorme y maloliente, con una raya de materia blanca que se mezclaba con un poco de rojo sangre, asimilando el cuerpo de un baboso. Asquerosidad total! Un poco escéptico, Eleuterio le echo un poquito de la sal, nomas ´pa ver si el supuesto baboso se retorcía como se retuercen todos los babosos al contacto con este mineral. No se movió! Al contrario, la espesa mucosidad del moco absorbió la sal, desapareciéndola al instante. Asco!

Eleuterio el Prefecto, consternado, salió a la calle y grito “Es otro moco!” La chamacada estallo en risas y jubilo, mientras Doña Rupertina se desmayaba en los brazos de la maestra Chavelita Guadarrama, la cual entre gritos y sollozos trato inútilmente de reanimarla echándole aire con un pañuelo que traía por ahí.

El Prefecto, esta vez ya muy encabronado, siguió su camino hacia la casita de Luisito Macías con toda la chamacada de la secundaria siguiéndole los pasos, y justo cuando iba doblando la esquina de la Iglesia, se topa con el viejo Tobías, el de la tortillería, el cual estaba siendo víctima de un afusilamiento publico de tortillas por parte de las viejas del pueblo. Al acercarse para ver de qué se trataba el borlote, Don Tobías le grito que corriera por su vida, que su tortillería estaba siendo el escenario del fin del mundo, pues una plaga de mocos había invadido sus paredes, anunciando el Apocalipsis, el fin del mundo! Eleuterio se asomo a la tortillería para ver más de treinta mocos embarrados en la pared donde tenía sus posters de “Maseca” y dos calendarios de años pasados. Al ver los grotescos embarrados, no tenía ni la menor duda de que eran los mocos de Luisito Macías. Que apocalipsis ni fin del mundo ni que nada! Esta era la fechoría del chamaco y el estaba resuelto a llegar al fondo del asunto!

Mientras las mujeres del pueblo seguían afusilando al tortillero con sus tortillas, Eleuterio siguió su camino, determinado con acabar esta farsa, seguido de toda la chamacada de la secundaria que no cabían en sí de la risa por las tragedias que estaban sucediendo a los mayores en el pueblo.

No camino mucho cuando llego a la panadería de Don Casimiro. Afuera estaba su esposa doña Pita Lagunas que tenia al panadero bien agarrado de una manga de su camisa sorrojandole un birote en la tatema, diciéndole de majaderías y casi matando al pobre hombre. El prefecto Eleuterio se acerco para tratar de salvarle la vida, preguntando que había hecho el panadero para que lo agarrara a semejantes madrazos! La Doña nomas le apunto su gruesa mano hacia el interior de la panadería, en señal de que se asomara. Eleuterio entro a la panadería, y lo que vio, le hizo salir a vomitar copiosamente a la calle. Todas las charolas del pan tenían un mocote embarrado en cada una de las piezas! Era asqueroso! Los pambazos tenían mocos embarrados, también los Ojos de Pancha, los Gusanitos, las Donas, los Moñitos, el pan Frances, el pan Cubano, los Bolillos y las Teleras! Y qué decirles de los Pastelillos de fresa, de los Cuernitos, los Borrachitos, las Conchas, blancas y de chocolate, los Panques, de pasas y de nueces, los Cocoles, las Chilindrinas, las Hojaldras, las Orejas y las Trencitas…todos tenían un horrible y asqueroso moco verde y en algunos con sangrita embarrado en ellos!

Después de su copiosa vomitada, a Don Eleuterio el Prefecto ya no le dieron ganas de investigar nada. Se fue caminando chueco hacia la secundaria, seguido lastimosamente por su mujer que no dejaba de gritar y lloriquear, mientras todos los chamacos seguimos hacia la casita de Luisito Macías, y al llegar, le llamamos en coro! Luisito salió de la casa con su nariz bien inflamada del esfuerzo de las moqueadas por medio pueblo, y lo trepamos en hombros y lo paseamos por toda la plaza principal como nuestro nuevo héroe local! Nunca había visto a Luisito Macías tan feliz! En realidad nadie le pregunto si él había sido el que había moqueado a todos los que se la debían del pueblo, pues a quien le quedaba la menor duda! A mí no me podían haber preguntado su inocencia, pues yo no tenía ni la menor duda de que era culpable, era como si hubiera estado yo ahí a su lado abriéndole todas las puertas de los lugares donde fue a embarrar todos sus mocotes verdes, blancos y sangrientos.

Mucho tiempo ha pasado desde ese día de la terrible venganza de mi amigo Luisito Macías en el pueblo. Seguimos siendo amigos durante muchos años mas.

Cuando crecimos, a él le dio por pintar, y a mí, pues nomas me fui a estudiar a la capital y acabe contando cuentos.

Cuentos como este, el de mi amigo Luisito Macías.

Fin.

domingo, 26 de junio de 2011

EL TIEMPO A SOLAS


"Los Amantes" oleo sobre tela, firmado y fechado junio 2011 por Leo Mondragon

El Tiempo a Solas

un relato de Leo Mondragón

Que hacen los hombres cuando tienen tiempo a solas?


-Ya llegue!

Silencio. Voy a las habitaciones, nadie. Veo a través de la ventana al jardín, nada. Solo los sonidos de la tarde de Sábado, el viento, los pájaros, la ciudad a lo lejos. Nadie en casa.

Uff! Qué semana tan mas pesada! Enciendo un cigarrillo y me siento a ver la tele, a ver que hay. Los Simpson´s, que estupidez, claro que no, le cambio de canal, Mike y Molly, menos, le cambio, las Kardashians, ni madres! No…le sigo cambiando a los canales, no, no, aburrido, estúpido, no, no, tonto, no, no, infantil, no, no, no, no, pendejo, no, no, no hay nada! Ya! Una peli! Bien! chin…es la de Hell Boy, no mamen! La pasan 20 veces a la semana! Por mi mente pasa el deseo de cancelar esta chingadera de cable. Apago la tele. Qué hago?

Mientras le pienso, me voy a mi cama, me encuero, tiro mi ropa en el piso y me tiendo bajo el ventilador. Ah! que rico! Me estiro y me acomodo mientras el aire me alivia del calor. Ah!!!! Que delicia! Luego hago lo que todos los hombres del mundo hacen cuando están solos tendidos en sus camas. Me doy una buena rascada en los aguacatitos. Pasa por mi mente una pregunta, cuantas veces se habrán rascado los huevos los hombres desde el principio de los tiempos? No sé, tal vez cuatro mil setecientos ochenta y dos millones de trillones de veces. No sé, algo así. Quién sabe. Lo seguro es, que si corto esa cifra a la mitad, tendré el resultado de cuantas veces se rascan las mujeres las verijas. Definitivamente es menos, creo.

Pasa por mi mente dormitar un poco, pero afuera en el jardín un pajarito se está desgañotando cantándole quien sabe a qué. O a quien. Cante y cante el cabron. Por mi mente pasa aventarle un chanclaso para que se vaya. Su pequeño cantico no me va a dejar dormir. Deshecho esa idea.

Qué hago? Es muy temprano para pintar. Prendo mi lap para checar mi correo. Nada de nuevo…porque!

Pienso en escribir un cuentito o un relato para mi blog…nah, que flojera ahorita! Y si me salgo a correr? Que hueva! Ademas ya fui en la mañana…ya se, voy a leer! Tomo uno de mis libros del buro junto a la cama. Tengo 5 diferentes que estoy leyendo a la vez. Abro el libro en donde lo deje y me dispongo a leer. En eso, escucho el maldito zumbido de un estúpido mosquito. Bzzzzzzzzz…bzzzzzzzz…bzzzzzzzz… por ahí anda, ya lo vi! Zopiloteando mi pierna arribita de mi nalga listo para descender en picada, sodomizarme, y alimentarse con mi sangre. De a gratis por cierto. Ni madres, no lo voy a dejar. Me paro de la cama, tomo mis bóxers del piso y lo persigo por toda la recamara, ahí va! Salto a la cama para perseguirlo y aguas! Por poquito el ventilador me hace un tupe! Sigo al mosquito con la mirada, veo que se para en la pared junto al cuadro azul, me le acerco despacio y zacatelas! Le doy un calzonazo, pero falle! Ahí va el desgraciado volando hacia el closet, tal pareciera que sabe que ahí lo voy a perder para siempre! En un desesperado intento para que no escape, le aviento el bóxer para atraparlo en el aire y cae el bóxer con el mosquito atrapado en medio! Qué buena suerte! Le doy unas buenas estampadas al bóxer en el piso con mis pies para asegurarme de matarlo. Odio a los mosquitos! Este ya chupo faros. Esta todo embarrado en una mini-mancha grotesca de gris. Aviento mi bóxer a la canasta de la ropa sucia, pensando que mi mujer me mataría viéndome hacer eso. O le da el tramafus! No sé por qué la hacen tanto de pedo las mujeres cuando ensucias ropa a lo wey, si ni siquiera es de ellas! Si estuviera aquí refunfuñando le diría que cierre el pico y respetara la muerte y la tumba del recién difuntito. O sea el mosquito embarrado muerto en mí bóxer. Regreso a mi libro, pero en el alboroto perdí la página. Lo cierro y me tiendo de nuevo en la cama bajo el ventilador. Abro las piernas y me rasco de nuevo mis testiculos…

Mmmta, qué hago?

Ya sé, voy hacer un poco de yoga. Poner mi mente en blanco y tratar de silenciar mi voz interna. Hacer un poco de introspección. Esto va a estar fregón! Me siento en la cama en posición sukasana y cierro mis ojos. Respiro hondo. Enderezo la columna. Inhalo, exhalo. Inhalo, exhalo. Trato de dejar ir mi mente. Quiero meditar un poco. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo. Mente en blanco. Inhalo y exhalo. Me concentro, mente en blanco, cero pensar, inhalo y exhalo, trato de no pensar en nada, nada…inhalo y exhalo…mente en blanco…como Kaliman. Recordé como de pequeño me gustaba mucho leer a Kaliman. Era mi ídolo. De pequeño no sabía ni que pedo y el nombre de Kaliman me sonaba exótico y grandioso. Hasta que crecí, y supe que Kaliman solo significa “hombre de Kali”. La diosa Kali, sanguinaria y vengativa. Pero me gustaba leer como se concentraba en sus meditaciones antes de salir a sus aventuras. Meditaba mucho. Gandhi también meditaba. Dicen que horas y horas. Me pregunto cómo habrá meditado chido si estaba bien flaco, no le daba hambre? Al pensar en alimento sentí ñañaras en mis tripitas. Me paro de la cama, aun encuerado, y voy a la cocina a prepararme un sándwich de crema de cacahuate. Hace mucho leí en algún lado que el cacahuate es bueno para producir más semen y desde entonces lo consumo mucho. Y es cierto! Me sirvo un vaso de leche, y listo! Me siento en la barra de la cocina para disfrutar mi pequeño y solitario snack. Mi mujer odia que me siente encuerado en la barra, si me viera ahorita! Ja! Le da el ataque. Yo no se porque la hace tanto de emoción, si mi cola siempre está bien limpia, creo…Mastico el bocado de mi sándwich, sintiendo los trocitos de cacahuates triturarse entre mis dientes, tan ricos. Delicioso!

La idea de hacer yoga ya valió madres. Y ahora qué hago? A veces quisiera tener una amante. En estos ratos de que no se qué hacer, como que se antoja tener una amante! Ahorita mismo me estaría comiendo su boca. Me la comería con esta lechita fría que sabe tan rica, la calentaría con nuestras lenguas! Y luego introduciría a mi amante al fantástico mundo de los hombres come-cacahuates. Me pregunto porque Moisés no se puso listo e incluyo en los mandamientos el onceavo… “Es derecho universal que todos los hombres tengan una amante!” me imagino que padre seria este mundo!

Empiezo a fantasear un poco con esta nueva idea, tratando de explorar todas las posibilidades…wow! Son infinitas!

Imaginen, que padre seria el mundo si pudiéramos nosotros los hombres llegar a casa cobijados bajo este nuevo régimen social:

Él: Hola amor, ya llegue!

Ella: Como te fue amor, tuviste un buen día en la oficina?

Él: Del asco! pero al salir me fui un rato a casa de mi amante, me hizo una sopita caliente y luego hicimos el amor. Pero nomas un ratito, porque luego llego su mama de visita y se puso a platicarnos de no sé qué.

Ella: Que pinche vieja tan más entrometida amor! Vas a ver, mañana le llamo para que los deje disfrutar su tiempo en paz…

Él: No te preocupes amor, ya quedamos en que ella hablaría con su mama. Por cierto, te pido que me dejes preparada mi maleta el próximo viernes porque me voy con ella de fin de semana.

Ella: Amor! que padre, y a donde irán?

El: Aun no sabemos, pero regreso el domingo en la tarde.

Ella: Que bien amor, sirve que aprovecho y hago limpieza profunda de la casa, te amo! Pero recuerda traerme un souvenir, está bien?

El: Ok, está bien, pero ahora apúrate y ven a la cama…

Ella: Si amor, ahorita voy! con gusto! Nomas déjame termino de lavar tu bóxer que estaba sucio con un mosquito aplastado, para la próxima, mejor mátalo con la toallita de las manos del baño, no ensucies tus calzoncillos amor por favor!

Él: Ok, está bien! Pero apúrate que en la mañana me comí dos sándwiches de crema de cacahuate y me siento querendon, querida…

Ella: Voy amor!

Me quede pensando con una estúpida sonrisa en la boca…que bonito mundo sería si fuera así!

Pero claro, es solo un pensamiento, una idea tonta que nunca ocurriría en nuestra sociedad mexicana. En realidad yo nunca haría wey a mi mujer. O a lo mejor sí, no sé, solo sé que la que me arrebate de su pensamiento tendría que ser alguien muy, muy especial y superior…una Reina…y las reinas no habitan por aquí, están a dos millones de años luz…dos millones de años luz de este mundo…tan, tan lejos…

Hombres tontos, todos nosotros. Pero que quieren!

Estamos solos en casa sin nada que hacer…

Después de pensar en este tema, de repente ya sé qué hacer con mi tiempo a solas. Voy a mi estudio, tomo un lienzo nuevo y empiezo a trazar las líneas de una nueva pintura que me acaba de llegar a la mente…Como no tengo una amante, pues me la tengo que pintar…sirve que dejo de pensar tantas pendejadas en este tiempo a solas que tengo conmigo mismo.

Fin.

martes, 21 de junio de 2011

el tiempo pequeño...



en otras vidas tal vez fui una sombra...una sombra tuya
la sombra misma de la soledad, de tu soledad
algo que andaba por ahi perdido
algo tuyo perdido
algo que no tienes y dabas por perdido...
ese era yo

y en todo ese tiempo yo andaba por ahi recorriendo
todos los rios del mundo,
como el agua que baja de las montañas heladas
yo era hielo y baje de las montañas hecho agua
´pa envolverte en forma liquida y luego irme hacia el mar...

transparente y etereo  llegaba a las olas

pero estas siempre me traian de regreso a ti...

yo no soy nada mas que tu sombra
blanca, gris y negra...no soy nada!

mi unica gran  virtud
es que soy tuyo...

EL TIEMPO PEQUEÑO

¿Quién se va y quién se queda?
¿Quién le duele más la soledad?

¿Quién le duele más la soledad?

Si tos’ los rincones de mi vida tienen algo tuyo

¿Cual es tu camino? ¿Cual es el mio?

¿Dónde se encontraron?

¿Dónde se han io’?

Anda, deja que te acompañe que no es momento de andar sola.


Con lo pequeño que es el tiempo


¿quién recogerá el perdio’?

Si tu me cuidas yo me curo Mi cura es tu
compañía

Deja que te cuide las alas...tus alas

Anda, deja que te acompañe que no es

momento de andar sola.

Mis cinco sentidos son pa’ ti

Mis tiempo pa' ti

Mis manos pa’ sujetarte a ti

Y mi alegría pa’ que la

bebas toda tu


Anda, deja que te acompañe que no es

momento de andar sola.


Anda, deja que te acompañe que no es

momento de andar sola.

EL TIEMPO PEQUEÑO...





lunes, 20 de junio de 2011

Kermes del Día del Padre en el Pueblo


"Florista" oleo sobre tela por Leo Mondragon, año 2004, coleccion privada 

Kermes del Día del Padre en el Pueblo

Un cuentito de Leo Mondragón

Fue una tarde cuando Doña Jovita viuda de Figueroa, la tortillera y novia del carnicero Jeremías Rocha alias el “pezuñitas”, organizo una kermes con motivo de las celebraciones del día del padre, en conjunto con la asociación de locatarios del mercado del pueblo onde yo vivía. El comisario del pueblo, Emigdio Montalvo, al cual nunca le vi estrenar huaraches, les dejo plantarse mero en medio de la plaza principal, y desde el medio día estuvieron los locatarios acarreando cosas ´pa la kermes.

Doña Petra la de la lonchería del mercado llevo 4 jarrones grandes llenos de aguas frescas de mango, horchata, mamey y tuna, y un monton de tortas de jamon, queso de puerco, queso blanco y de huevo. Las hermanas Mendiola que vendían pollos llevaron muchos rostizados, molleritas y patitas de pollo con salsa Buffalo ´pa los mocosos. Anselmo, el sobrino de Jeremias Rocha el carnicero, llevo chicharron, guacamole y un monton de tortillas ´pa vender tacos plazeros. Doña Chayito, la viejecita verdulera, contrebullo con hartos pepinos y jicamas con chilito piquin. También pusieron su puestecito juntas las viejas mas chismosas del pueblo, Doña Remedios Martinez esposa del boticario del pueblo y Doña Fulgencia Taboada, la que cosia ajeno. Su puestecito era una mezcla rara y colorida…entre remedios ´pa las lombrices de la panza, ´pa las reumas, artretes, juanetes y gota, pusieron a la vendimia también mantelitos bordados, fundas ´pa las almohadas, trapitos de cocina y ´pa las tortillas, chambritas y gorritos tejidos para mocositos. No podía faltar Don Tomas el que vendía pulques, el cual nomas se arrimo con 14 cubetas de curaditos y dos chalancitos ´pa que le ayudaran a despachar. Doña Dolores puso su puesto de churros. ´Pa amenizar las festividades, Doña Pancracia, la que vendía discos, le pidió corriente de luz a Don Enrique el que vendía paletas en el mero centro de la plaza y saco su consola con hartos discos de moda. La plaza se inundo con las canciones de ese entonces, de Pedro Infante, Jorge Negrete, el Piporro y demás.

En ese entonces no había escuela en el pueblo, los únicos edificios públicos eran el corral de toros y la inglesia principal. Por eso nonca aprendi a escreber. Por esos tiempos me ganaba parte de mis centavitos arreando chivos para Don Simon. Me iba a su rancho temprano antes que saliera el sol para llevarlos a pastorear allá ´pal monte cercas de la carretera que va a Chaucingo. Me pasaba toda la mañana arriando chivos hasta el medio día cuando los regresaba al rancho, y en cuanto les encerraba en el corral, corría a mi casa ´pa darme un buen baño junto a la pila de agua y tallarme la mugre de la pastoreada con harto jabón Zote. Luego me ponía mis mejores trapos y harto limón en las greñas ´pa que se me alasiaran y me juiba derechito a la casa de Don Lucas Macero, el cual tenía su ferretería en un cuartito que había puesto al frente de su propiedad. Yo le ayudaba a la atención de su changarro, a pesar bolsas de clavos de un cuartito, medir metros de alambres, y probar focos de luz ´pa los clientes.

Luego de mis labores en la ferretería de Don Lucas, me quedaba por ahí nomas haciéndome el menso cerca de su propiedad, ´pa ver llegar a casa a la Rosita, su única hija y la chamaca más bonita del pueblo, que por esas horas regresaba de ayudarle a su ama que vendía flores junto al panteón municipal. A qué bonita estaba la Rosita! Con sus grandes ojotes negros que parecían como de tecolote trasnochado y sus pestañotas que eran largas, muy largas, como las de un burrito enamorado! Tenía sus chapotas siempre bien rojas con harto colorete y cuando pasaba cercas de mi siempre podía oler los aromas de las flores que vendía con su ama, gladiolas, rosas, nardos y crisantemos. Yo sabía que no le era endeferente, por eso me quedaba por ahí en una esquinita de su calle todos los días ´pa verla pasar, y la seguía con la mirada hasta que se metía a su casa, algunas veces me voltiaba a ver y me regalaba una sonresita antes de cerrar la puerta. Esas sonresas y esos días jueron los cosas más bonitos de esos días.

Ansina estuvo la cosa por como dos meses, cuando ya no aguantaba las ganas de declarármele mis amores que sentía por ella. Y aproveche la ocasión para hacerlo justo en la tarde de la kermes.

Ese día recuerdo que salí temprano de mis quehaceres con el ferretero, y me fui rápido a mi casa a a avisarle a mi apa de la kermes. Pero el ya sabía, cuando llegue corriendo a la casa ya se estaba poniendo sus huaraches nuevos y mi ama le esta planchando su camisa de manta azul con la que se veía bien guapo. Al ver que ya sabía, me salí de la casa y me fui corriendo hacia la plaza principal ´pa lograr mi acometida. Pa aguantar la espera, le compre un churro a Doña Dolores mientras esperaba a la Rosita junto al arco de la entrada de la iglesia. Ahí nomas me quede como media hora y lueguito la vi pasar, iba al frente de su palomilla de amigas con una falda azul turquesa larga que nomas se le veían sus medios tacones negros, blusa blanca y sus trencitas con listoncitos de seda de varios colores. Me vio a lo lejos y clarito vi como se le acerco a la oreja de una de sus amigas y le dijo algo. Las dos voltiaron a verme y escondieron una sonrisita. Como pude me escondí la pena y les seguí. Ellas iban plática y plática y risa y risa voltiando ocasionalmente ´pa verme. En eso, sus amigas la dejaron sola junto al huamúchil donde tenía su puesto la Doña Petra de las aguas frescas, y haciendo uso de ocasión me le acerque.

Tan solo le dije que me gustaría acompañarla esa tarde de kermes y que si le gustaría que le comprara una aguita de horchata. Ella me dijo que sí, y nomas recuerdo como me brincoteaba el corazón como si fuera crio de chivo en el cerro cuando me tomo de la mano mientras le pedíamos dos aguas de horchata a Doña Petra. Aun recuerdo el calorcito de su manita y su sonrisa pequeña y sus dientecitos blanquitos, blanquitos como rayitos de sol! Recuerdo como la gente pasaba a nuestro alrededor como si jueran jantasmas que no existían, pues el mundo de ese ratito nomas era de nosotros! Le veía a sus grandotes ojos negros mientras le platicaba no se qué cosas, y ella bajaba la mirada y se reía y sus dientecitos brillaban por doquier! En una de esas, voltie a mi alrededor y no sé por qué vi a lo lejos a mi apa que llevaba de la mano a mi ama, se estaban comiendo unas jícamas con chilito frente al puestecito de Doña Chayito la viejecita verdulera, estaban platicando y sonriendo como si fueran mocosos como Rosita y yo! Fue ahí cuando supe el verdadero valor del día del padre. El día del padre no se trataba de los hijos, ni de la vida, ni del trabajo, ni de nada. El día del padre se trataba de un sentimiento que tenemos todos los hombres, y ese sentimiento, tiene que ver con lo mesmo que nos hace hombres, el de proveer, pertenecer y el de tener a una mujer que nos quera y que sea nuestro mundo y que toda nuestra vida entera gire alrededor de ella.

Desde ese día de la kermes, Rosita y yo no nos hemos soltado. Un tiempo después fui y le pedí la mano de Rosita en matrimonio a su apa Don lucas, el cual acepto encantado pues me conocía bien, y en todo este tiempo, seguimos de la mano mi Rosita y yo. Y mi corazón sigue brincoteando como chivito en el cerro cada vez que la tomo de su manita y vamos hacia las festividades del dia del padre en el pueblo, año tras año, con nuestros chamaquitos atrás de nosotros, siguiéndonos de cerquitas.

Fin.

miércoles, 15 de junio de 2011

EL REGALO



"Paisaje no. 12" oleo pulido sobre carton conglomerado por Leo Mondragon, Febrero 2011, propiedad privada coleccion familia Ballesteros- Bordon, todos los derechos reservados



EL REGALO

Un cuentito de Leo Mondragón


Hoy me puse de acuerdo con mis amigos para de nuevo reunirnos en el café y platicar acerca de los regalos. Recordaran que en el cuentito pasado de los Cafeteros, habíamos hecho algo así como una pequeña competencia para determinar quién de nosotros daba el mejor regalo a la mujer que todos amamos.

A la hora acordada, llegaron mis amigos al establecimiento, y una vez ordenados nuestros cafés, empezamos a platicar. Decidimos que todos diríamos que le regalamos y los demás opinarían sobre el regalo.

Empezó el pintor.- Pues yo le obsequie a mi reina dos obras mías. Esta vez opte porque fueran pequeñas, pero significativas. Una de ellas es un paisaje, un paisaje pequeño con mis típicos cerros pelones y el volcán que se ve al fondo…y además le pinte unas ramitas con flores. Esta pintura, aunque se ve sencilla, tiene mucho sentimiento intrínseco que amerita una buena observación. Por ejemplo, si eres buen observador, sabrás que esa vista del Popo solo se ve desde mi tierra en Morelos…a pesar de que el espectador ve un paisaje solo y desolado, si miran de cerca, la pinturita está llena de vida, tal vez un poco nostálgica, pero no sé, hay algo cálido acerca de ella. La pinte pequeña y con pinceles muy finos, recuerdo que pase horas tan solo para plasmar las florecitas en las ramas y lograr el efecto del cielo, el cual tiene más de cinco colores diferentes mezclados entre sí, dos tipos de azul, magenta, rojo carmesí y violeta…las ramas salen de un costado de la obra como si quisieran abrazar los cerros pelones y el volcán y estrecharlos en sus brazos para llenarlos de vida! Hubo un momento en que me desespere porque no me quería salir el efecto del cielo, por más que tallaba y tallaba los colores en esa parte…recuerdo que para calmar mi estado interior, deje en paz al cielo un rato y me dispuse a pintar el volcán y los cerros pelones, recuerdo que cuando termine esta parte, la vi y me dio mucha calma, mucha calma interior, y de repente supe lo que tenía que hacer para que me saliera el cielo…. Y me salió. Esa noche cuando lo termine, lo firme, pero al otro día no me gusto como se vio la firma en la estética general de la obrita, así que la quite. Y así me gusto más.

La otra obra es una que me gusta muchísimo, y la considero una verdadera joya de mis pinturas de expresionismo abstracto...se llama “Viva el Amor!” Es también un cuadro pequeño que pinte hace tiempo. Esta obra en sí, representa mis sentimientos por el amor, el amor que me llena de vida, que me hace ser y vivir y pensar y crear y hacerme preguntas acerca de mi existencia, de donde vengo, hacia donde voy…que es lo que me impulsa a través del tiempo y del espacio hacia un fin el cual yo no sé aun cual es…esa fuerza que me hace levantarme todos los días y dar gracias por todo lo bello que Dios nos da! La obra en sí no tiene formas, no traté de dibujar nada y ningún dibujo vino a mi mente mientras la pintaba…solo fue así, una obra espontánea, de esas donde te dejas guiar, pues, nomás por donde vaya la pintura…solo la representación del amor con colores plasmados de forma primitiva…con los dedos! Si! Lo pinte con los dedos, no hay en ella ni una sola pincelada. Recuerdo que tarde casi dos días con media mano pintada de rojo como si fuera yo trabajador de fábrica de ladrillos…pero eso se me quito, pero mi obrita se quedo, y me gusta mucho. A las personas que se los he mostrado no le entienden y lo consideran una pintura sin ton ni son, a lo mejor porque nunca les he platicado de lo que se trata. Pero a mí me gusta muchísimo, tanto que la considere especial para el regalo. Y eso fue lo que regale!

Todos los amigos dijeron “Muy bien pintor, felicidades, estuvo bien el regalo! “

Y cual fue tu regalo amigo músico? El músico se puso de mil colores. Y nos dijo:

Yo no le pude regalar nada mío…así mío en el estricto sentido de la palabra como músico…lo confieso, soy un fiasco de músico, nada me sale! Y lo he intentado he intentado una y otra vez, con un violín, con una guitarrita, con una harmónica…Pero nada me sale…tal vez ya esté muy viejo para empezar a entender la música…no se…pero no me quise quedar atrás, y en mi mente supe que tenía que quedar bien, regalando algo sumamente original que ninguno de ustedes imaginaria y que estuviera muy bonito, por eso, le pensé mucho y decidí regalar algo que nadie se atrevería a regalar jamás a una mujer, pues que le puedes regalar a una mujer que tiene todo? Pues le pensé mucho y mi regalo fue el siguiente: yo le regale un mantel para su mesa, dos mantelitos, uno para sus tortillas y otro para su pan, y unas funditas para almohadas. Todas estas cosas fueron bordadas a mano por dos de las personas a quien amo mucho, mi mama y mi abuela…ellas las hacen y son muy buenas en ello! Tan buenas que hasta ya tienen sus clientecitos, y quedaron tan preciosas! Ese fue mi regalo, no tenía otra cosa que ofrecer…

Todos nos quedamos en silencio viéndonos a los ojos. De repente, estallamos en risas! No manches músico!!! Quien le regala mantelitos para las tortillas a alguien? Jajajaja!!! A ver, explícanos el porqué de estos regalos…

El músico fracasado nos contesto: Pues yo solo quería que ella me recordara de vez en cuando, cuando ella se despertara, no sé, alguna mañana de Domingo para hacerle el desayuno a los suyos, y que pusiera ese mantel sobre su mesa para alimentarlos, que su mesita se vea llena de vida con florecitas sobre fondo blanco y para que de alguna forma estuviera yo presente en ese pedacito de tiempo de su vida, compartiendo su amor y la comida que da vida con ellos. Es todo. Solo quiero estar ahí con todas esas personas que la aman, para sentirme parte de su mundo…un mundo del cual yo me he perdido…y las funditas, pues es solo para que cuando se duerma ella sepa que estoy ahí junto a ella, que ella sepa que mis manos y las de los míos han tejido las telas donde reposa su carita para que ella descanse y me sienta, y sienta todo el amor que le tengo aunque sea a través de la lejanía, porque no puedo estar presente en sus sueños de ninguna otra forma… y los mantelitos para sus tortillitas y su pan, que puedo decir? Quien no quisiera alimentar a la mujer que ama todos los días de su vida? Es el sueño de todo hombre que ama a una mujer! Pero yo no lo puedo hacer…tal vez nunca podre hacerlo…eso es una realidad con la que tendré que vivir todos y cada uno de mis días...tal vez hasta que muera…y eso me duele en lo más hondo de mi corazón…pero así es la vida y así la tengo que aceptar…

Todos miramos al músico con lagrimas en los ojos, pues sentíamos lo que el sentía.

Pero no lo desanimamos! Le dijimos, sabes, estuvo bien, te felicitamos!!!…Fue un regalo original y estuvo muy bonito el regalo, de seguro ella lo sabrá valorar, no te preocupes! Le dijimos…el hecho de que fuera un músico fracasado no le quitaba el merito de la intención, y todos aplaudimos su regalo. Bien hecho!

Le toco su turno al pescador.- el solo nos dijo: Mi regalo aun está pendiente…este se lo tengo que dar personalmente…es algo maravilloso, digno de una reina! Algo que significara mucho para ella y que siempre que lo vea y lo luzca siempre recordara el mar donde a través de los años nos volvimos a besar…ese beso magico que le robe...ese regalo aun está pendiente de entregar…

Ok, le dijimos todos, nos cuentas cuando lo entregues!

El último turno le tocaba al escritor… y este, nomas nos dijo: “Pues, yo, mis queridos amigos…yo nomás le regale este cuentito…

Fin

lunes, 13 de junio de 2011

Dos Millones de Años Luz.



Dos millones de años luz.

Yo voy por la vida detrás de oscuros lentes de sol.

He aquí la pregunta obligada… ves mis ojos? Que escondo? Quien soy yo? Me conoces? Quien eres tú? Para conocerme necesitas conocerte tú. Quienes somos nosotros? Cuál es nuestro futuro? En verdad vivimos la vida que queremos? En verdad somos quienes queremos ser? Somos la consecuencia de la vida? O solo somos la consecuencia de nuestros actos? O de los actos de los demás? Quienes somos? Vivimos como queremos? Vivimos con quien queremos? Vivimos en libertad plena? En verdad, libertad plena?

Un reo sabe que está preso porque la cago en algo. Pero nosotros que somos libres? Que tan libres somos? Que es la libertad? Que tanto valoramos la libertad? Que estaríamos dispuestos a dar por nuestra libertad? Y una vez obteniéndola, que haríamos con ella? Realmente valoramos la libertad?

Libertad, libertad…cuando pienso en la palabra libertad, pienso en los miles y miles de judíos desfilando hacia los hornos Nazis de cremación…trenes llenos a veces con más de 2,000 personas que por miedo colectivo no lucharon contra un puñado de opresores con unas cuantas metralletas a los cuales hubieran fácilmente sometido en masa…las hormigas lo hacen, saben que para la supervivencia de la comuna, a veces la muerte de unos cuantos es necesaria. Y las hormigas nunca han tenido ni tendrán el cerebro de un banquero judío. O pienso´ en todos aquellos desafortunados seres trabajando kilómetros dentro de la tierra para extraer minerales valiosos para enriquecer a patrones extranjeros. O en todos nosotros que trabajamos en masa para un consorcio y que solo el patrón sea nombrado el hombre más rico del mundo. O pienso en todos aquellas personas que murieron siendo carne de cañón para que la historia solo recuerde a los lideres y generales principales de las batallas. Batallas por la libertad.

Libertad. A veces me pregunto si la libertad no será solo una palabra inventada por humanos superiores para controlar las masas. Pero que tan superiores fueron o son esos “hombres superiores?” “Ama a tu prójimo como si te amaras a ti mismo…” predicaba Jesús Cristo…nada pendejo el tipo, nunca menciono la palabra “libertad”, para que meterse en camisa de once varas? Al final se pinto de mil colores y hasta ahorita no ha regresado…para qué? Para que meterse en pedos que ni le incumben por tipos que si son de la familia pero de familia lejana? Listo el fulano. Se fue del mundo de los hombres y la verdad es que no va a regresar...

Y aquí nos dejo a los hijos de su padre. A la deriva. Pensando lo que queramos.

A veces siento que lo triste de la humanidad es que hemos reforzado nuestros pensamientos con murallas de defensa enormes, más grandes que los muros más altos que se puedan imaginar, paredes de concreto reforzadas que se alzan hasta el cielo…nadie acepta que está viviendo a medias. Tú estás viviendo a medias amigo o amiga? Vamos, se sincero…

Si yo un día me parara en medio de una calle y le preguntara a varias personas al azar si son libres, estoy seguro que contestarían lo siguiente:

“Que te importa!”

“vete a la gaver ese!”

“Guey, consíguete una vida!”

“Pendejo…!”

Solo me toparía con murallas. Murallas enormes que esconden los verdaderos sentimientos humanos.

Yo voy por la vida y siempre me encuentro a miles de personas que van por ahí…los veo a los ojos imaginándome sus vidas y me pregunto si ellos se preguntaran lo mismo que yo…a donde voy? Cuál es mi propósito en la vida? A que vine? A poco solo soy el resultado de un encuentro de amor entre mis padres? Ni madres, tiene que haber algo más! Que es lo que me depara el futuro? Por donde ir? Hacia donde voy? Que quiero? Como uso mi libertad? Todos los días de mi vida me despierto y le pido a Dios que me guie…pero estaré pidiendo al aire? Y qué tal si no hay nada más que esto? Qué tal si Dios no existe? Que pasara si lo que pedimos no se nos da? Que hay mas allá de mis preguntas? Que hay mas allá? No estoy preparado para que no me conteste alguna entidad superior…nadie en el mundo lo está. Aunque lo afirmen y se defiendan, la verdad es que creemos que nuestro camino esta trazado aunque en verdad necesitamos trazarlo nosotros mismos. Nadie nos va a dar nada y la “NADA” no quiere nada de nosotros. Estamos solos con nuestros sueños y deseos a la deriva. Solos para preguntarnos qué es lo que deseamos. Y que haremos para obtenerlo.

El mar de los sentimientos y preguntas humanas es tan enorme y vasto como el espacio entre punta y punta de un ajonjolí o tan pequeño e insignificante como el espacio que nos separa de la Constelación de Andrómeda.

Nomas tantito…dos millones de años luz…


viernes, 10 de junio de 2011

“ENFRIJOLADAS Y UN LENGUARAZ”



“ENFRIJOLADAS Y UN LENGUARAZ”

Un relato de Leo Mondragón



Dicen que una fotografía dice más que mil palabras. Yo digo que al diablo con eso. Una foto no es capaz ni de descifrar la milésima parte de lo que hay detrás de ella, ni de las situaciones que propiciaron a tomarla. Una foto solo muestra una imagen, una imagen x de algo, un paisaje, o de una situación. Una vez vista la foto, uno usa el bagaje dentro de su mente para interpretarla como le dé a uno su re-que-te chingada gana. Una fotografía es como ver una puerta cerrada. Solo se ve la puerta. Nada más. Nadie sabe qué es lo que hay dentro de esa puerta, ni lo que ocurre ahí. Al menos que seas un adivino muy, muy cabron, la verdad es que solo puedes imaginar que sucede detrás de una puerta cerrada, o que objetos son los que hay detrás. Pero no puedes ver la realidad en sí. Así es una foto. Solo la vez y la interpretas. Pero no sabes que esconde realmente. Es por eso, que a continuación voy a decirles, que fue lo que me hizo tomar esta fotografía, y más o menos, decirles qué onda con esta picture. Nomas para que no se queden con la duda.

A primera vista, no se necesita mucho seso para saber que la escena se centra en la mesa de una cadena de conocidos restaurantes Mexicanos. Los objetos principales en primera plana son unas Enfrijoladas y una revistita Lenguaraz, dos de las delicias Mexicanas más sublimes. Por lo menos para mí. No se ustedes. Recuerden que una foto la interpreta uno de acuerdo a su bagaje personal y a lo que le dicte en ese momento su re-que-te- chingada gana. Y sucede que a mí me gustan las Enfrijoladas y gusto de leer mi revistita de Lenguaraz.

Aunque si, confieso, como sale cada dos meses, a veces me la tengo que pelar y me encuentro a mi mismo leyendo y re-leyendola muchas veces durante los dos largos meses que tarda en salir la próxima…si, lo sé, son chingaderas, ya le he escrito a los editores la respectiva reclamación, pero al parecer están muy ocupados haciendo sus cosas como para escucharme. Y está bien! No hay pedo! Yo disfruto mi revistita. Algunos cuentitos, anécdotas y poemas me los sé hasta de memoria. La leo en todas partes…antes de dormir, antes de bañarme, cuando desayuno, en la alberca, cuando me echo una firma, o mientras fumo o me rasuro…manejando, en la playa, durante y después del sexo (wtf???), mientras como, en el coffee break, durante las estúpidas audios con mis jefes, mientras pesco cuatetes, o simplemente me aviento un relatito de mi Lenguaraz antes de pintar. Por si no lo han notado, entre otras cosas, soy artista pintor. Si, lo sé, suena estúpido e infantil todo lo antes descrito. Pero que le voy a hacer? Dos meses es mucho tiempo, y en ese tiempo pasan cosas en la vida de uno saben, y pues que quieren? Al tiempo hay que devengarlo bien.

Volviendo al tema de la foto, si, ese día me metí a desayunar al conocido restaurant y de paso me compre mi Lenguaraz. Para el agudo observador, este ya habrá notado que solo hay un platillo servido en la mesa. Por eso les vuelvo a afirmar que nadie sabe qué chingados se esconde detrás de una foto. Ese día me metí a desayunar solo al restaurant por una única razon. Cual habrá sido? Pues es obvio, la razón es que no desayune en mi casa! Cual habrá sido la causa? Pues hay muchas, a lo mejor se me termino el gas, tal vez no tenia comida en el refri, a lo mejor se cayó mi pinche casa en un temblor, o se infesto de abejas, de esas que pican a las reinas… no sé, hay miles de causas por las cuales no pude desayunar en mi casa. Simplemente miles de millones.

Para no dejarles en el limbo, les confieso que ese día desayune fuera porque me había enojado con mi mujer, y cuando nos enojamos, ella no me cocina mi pendejo desayuno. Cuando una mujer se enoja con su hombre, para desquitarse, hacen muchas tarugadas…a algunos infortunados gueyes les niegan el sexo, no les hablan en días, no les lavan su ropa, les vacían su chupe, drogas o cervezas al caño, o les decoran con rayones de corcholatas sus autos, les pintorrajean sus corbatas favoritas, o hacen perdedizo el control remoto de sus teles…A mi no me hacen nada de lo anterior, simplemente no me cocinan mi desayuno. Siempre atacan nuestro punto débil las muy cabronas. Mi desayuno, mi desayuno, lo que más amo en la vida!!! Y ese día me dejaron sin desayuno. Esa fue la razón. Así de sencillo. Quien lo hubiera imaginado verdad? Por eso les digo, que una foto no se puede descifrar a simple vista. Hay que ser un observador chingon.

La-razón-por-la-cual-me-enoje-con-mi-mujer-y-no-me-cocino-mi-desayuno-porque-estábamos-enojados es otra historia a la cual no quiero profundizar. Para explicar el suceso tendría que escribir volúmenes enteros, como una Enciclopedia Británica que en resumidas cuentas dice en todos sus volúmenes que hay un chingo de cosas en este mundo que merecen conocerse. Pero ustedes no querrán conocer la razón por la cual estábamos enojados.

Volviendo a la foto…ahí está mi Lenguaraz junto a mi platillo. Llena de relatos, historias, cuentitos, poemas, y mini-choritos que leer. Nadie sabe que existe y que pasa con la vida de los muchos escritores que participan en ella. Yo me imagino que todos han de ser personas a toda madre, pero en realidad nadie sabe si los escritores son fusileros, genuinos, católicos, mecánicos, amantes de los animales, caníbales, empresarios, darketos, fumadores, si les huelen las patas, o las verijas, si tienen deudas, si son ricos, si deben materias de la Secu, si votaron por el PAN, si le van al America, si sufren de ETS, si siguen a Greenpeace, si abortaron alguna vez, si son Judios, si tienen FB, si se masturban, con la mano izquierda o la derecha, si tienen piojos, o si secretamente les gustaría agarrarse a besos con la editora responsable de la revista. Nadie lo sabe. Ni lo sabrán nunca. El mar de los sentimientos humanos es más vasto que el espacio que hay entre “Estoy encabronada y no te cocino tu pendejo desayuno!” y “Puta madre ahora donde trago?”

Por eso, volviendo a esta pinche foto, apuesto a que nadie, nadie en todo el vasto mundo, sabrá que me chingue primero, si mi Lenguaraz o mis Enfrijoladas…

Solo el buen observador lo sabrá…



lunes, 30 de mayo de 2011

CALOR SURREALISTA



Calor Surrealista

Por Leo Mondragón

Todo es diferente cuando hace calor. El tiempo se detiene. Las cosas inmóviles ahora si cobran absoluta inmovilidad. Ya no se dilatan ni se contraen, están en un estado estático del ser absoluto. Del ser tal cual.

Manejando al trabajo, veo la gente transitar con el mismo rictus dibujado en sus caras. Un rictus de blah…así, sin expresión, sin ton ni son, Me viene a la mente una palabra gringa para definir este escenario…wasteland…tierra de la nada, nada existe ahí, nada interesante sucede, es un gran baldío de la nada, nada interesante, solo el maldito calor. Uff!

Hoy el aire no circuló y el departamento de tránsito no levantara multas. Esto de seguro hará enojar a los jefes policiacos, los cuales hacen buen dinero de sus multas que le dan al aire cuando a veces no respeta los límites de velocidad de la ciudad. Las palmeras que desfilan en medio de la calle van caminando tristes mientras sus hojas miran hacia el suelo, cómo pidiendo agua a los transeúntes. Denme agua! Gritan en silencio. Pero nadie les da agua. Nadie entiende el lenguaje de las palmeras. Además, no, no hay agua. Solo hay una gran y vasta wasteland, una tierra vacía, vacía por el calor.

Llego al trabajo. Son las 9:04 de la mañana. Las manecillas del reloj checador esperan languidaz con sus brazos abiertos como una mujer esperando a su amante. Meto mi tarjeta de checar y un pequeño “click” me informa que ya la he preñado. El sexo con el tiempo siempre es así, rápido antes de que se vaya, y cuando piensas que ya lo tienes en su punto, se fue! Ni te espera…así es la vida…así es el tiempo.

Subo las escaleras que bajan en pequeñas olas cafés como si fuera el chocolate que se derrite de una paleta en una acera. Entro a mi oficina y saludo a mis compañeros que tienen igual mi misma cara de blah! Me siento en mi lugar. Observo que por alguna razón el aire acondicionado no funciona. Siento que estoy en el infierno. No me hubiera extrañado que el mismísimo Belcebú entrara a la oficina a pasar lista. Enciendo mi PC. Abro mi correo. No hay nada tuyo. De nuevo. Nada fresco ni lleno de vida que me ancle a esta mañana de blah! Los correos de mis clientes arden al abrirlos. Hoy no me ofrecen café. Quien quiere tomar café en este calor! Me envían un correo con mi agenda de hoy…dos citas en la mañana, a los dos extremos de la ciudad. Que poca madre, a quien se le ocurre citarme hoy! Nadie ha notado el calor! Quien quiere salir a la calle en este infierno? Pero yo no le digo no al dinero. Nunca, aunque estuviera ardiendo en llamas como el “Hombre en Llamas” de Orozco. Qué raro, a él nadie le dijo que era surrealista y fue uno de los mejores.

Pero así es el mundo del arte. Surrealista. Como tus ojos. Antes de salir a atender mis citas abro mi archivo en donde los tengo bien guardaditos y escojo la foto tuya que me acompañara en mi día. Esos ojos surrealistas. Esa mirada tuya que penetra el “wasteland” de mi mente y lo inunda con agua de vida llenando de flores la vasta soledad de lo inalcanzable.

Salgo a la calle para ir a mis citas. El tráfico está detenido en la avenida principal. Una ballena se varo en la Costera y el departamento de bomberos trata inútilmente de mantenerla viva con chorros de agua que bombean de sus pipas. No sobrevivirá. La gente de las colonias ha bajado a la costera para robar el agua en cubetas y baldes improvisados de sombreros de sol. La ballena tiene sus horas contadas, que fea muerte. Quisiera ayudarla dándole un poco de agua de vida de tu mirada que llevo dentro. Pero no puedo dársela. Con que me quedaría yo? Okey, haciendo a un lado mi eterno egoísmo, me acerco y le veo a los ojos. La ballena capta tus ojos en los míos, da un brinco, y salta al mar! Así de fácil das vida amor!

Los bomberos gritan en júbilo y la gente que se está robando el agua no. Por fortuna, mi hijo Emilio andaba por ahí, y viendo el caos, fue rápidamente hacia la enorme soledad de lo inalcanzable y se trajo una sandia “suave” de vida que le enseñe alguna vez. Se la dio en cachitos a la gente sin agua y todos se fueron a sus casas contentos. Emilio salvo el dia para estos pobres seres. Que ni tan pobres, ya tenían su cachito de sandia de vida.

El tráfico sigue su curso. Voy a mi primera cita. Vendo. Voy a mi segunda cita. Vendo. Surrealistamente ya hice mi día. Me voy a casa cerca de la hora de comida. Mi hijo Leo hace una comida deliciosa! No la tiene que cocinar, el calor se encargo de ello. Después de los alimentos, se va con sus amigos y me quedo solo, decido no regresar al trabajo. Hace mucho calor. Me meto en la alberca y me paso la tarde entre mosquitos que intentan comerme y chapuzones. Me quedo a la orilla de la alberca tratando de dormitar un poco, esperando que la tarde se vaya rápidamente para que llegue la noche. Y algo de viento.

Pero no llega. Me urge ver la noche caer. Me recuerda a tus grandes ojos cafés sonriendo a través de tus fotos. En los cielos de las tardes he visto ese brillar, es lo único que tengo de ti.

Las hormigas del jardín andan todas por ahí sin saber qué hacer. Como zombis. Zombis-hormigas. El calor de la tarde no las deja pensar bien. Porque no habrá cervezas frías para hormigas? En alguna parte de mi mente guarde esta oportunidad de negocio para el futuro. Imaginen, venderles cervezas a las hormigas, un mercado virgen e inexplotado…hay trillones de ellas.

Pero deshago este pensamiento. Sé que nunca estarías de acuerdo en ello. Embrutecer a las hormiguitas con alcohol seria un estrepitoso retroceso para la humanidad, ya es suficiente con idiotizarnos a nosotros mismos los humanos con vicios. Pero hay ciertos vicios que son benignos. Como el que tengo. Mi único vicio es recordarte. Soy un vicioso de ti.

Un vicioso surrealista de ti en medio de este calor...


miércoles, 25 de mayo de 2011

Los Cafeteros


"Flores para la Reina" 40 x 50 cms. oleo sobre tela por Leo Mondragon


Los Cafeteros

Un cuentito de Leo Mondragón

Esta era una vez la historia de tres amigos que se reunían muy frecuentemente en un Café local de mi comunidad. Buenos mozos y amenos todos. En esos tiempos, yo estaba pasando momentos difíciles en mi vida, por lo cual, en algunas noches, sentía la necesidad de salir y sentirme parte del mundo real. En este buen Café cerca de casa, encontré dicha cercanía al mundo, y después de varias noches solitarias tomando mi café, me percate de estos personajes, haciéndome la costumbre de sentarme cerca de su mesa para secretamente tratar de escuchar sus pláticas, mismas que amenizaban con el delicioso café del lugar.

No es que me gustara espiar. Solo encontré en mi espionaje de estos personajes, un pequeño y secreto placer al seguir sus pláticas, llenas de colorido y fantasías, que de algún modo complementaban mis noches solitarias.

Uno era artista pintor, otro era escritor, y el otro un músico fracasado, pero fracasado en grande. No miserias! Era uno de esos fracasados que deberían darles algún tipo de merito a la completa in-u-ti-li-dad musical.

De sus nombres no me acuerdo, pero de sus platicas entre ellos sí. Siempre hablaban de la vida, el país, la política, el mundo, pero, sobre todo, de lo que más hablaban, era de su amor por una mujer. Una mujer, según ellos, bella, muy bella y misteriosa, de la cual nunca pronunciaban su nombre, como si fuera un secreto de Estado, un secreto superior, de esos que se guardan con recelo, como un sueño, la mujer era como una fantasma.

Esa noche, después de contar las nuevas del día, la plática se tornaba alrededor de dicha musa.

P: Pintor: hoy le he pintado a mi musa una obra que denomine “Flores para la Reina” (el pintor siempre se refería a ella como su musa.)

E: Escritor: Hoy le he escrito tres correos y dos msj de texto a mi reina y no me contesto ni uno…(el escritor siempre se refería a ella como su reina.)

M: Músico fracasado: Hoy a mi me pareció oler el perfume de su cabello en una hermosa melodía de Beethoven…(el músico fracasado siempre se refería a ella como su música)

P: No inventes, como se puede oler un perfume en una melodía? De seguro tienes el CD porque tú no habrías tocado la pieza…

M: a decir verdad, es muy difícil imitar a Beethoven…lo intente pero no me salió… y sí, tengo el CD…

E: Eres chafa como tu solo mi amigo músico…jejejej!!!

Los tres personajes seguían hablando de esa mujer misteriosa! Yo estaba felizmente entretenido, parando oreja discretamente a un lado por lo que ellos tenían que decir. Sin embargo, los acontecimientos de esa noche guardaban algo diferente. Algo diferente, completamente inusual e inesperado sucedió!

Esa noche, por la puerta del Café, ella entro. Ella! Mis vecinos cafeteros seguían en su amena charla cuando uno de ellos la vio y les señalo a los demás. Todos se quedaron bocabiertos de la sorpresa! Al acercarse la dama, ellos se pararon y le ofrecieron sentarse. Todos sin excepción se tornaron de mil colores! Fue ahí cuando supe que todos estos perdedores estaban enamorados de la misma mujer. Era ella la protagonista de todas sus pláticas. La misma mujer! La musa, la reina, la música, ella era la misma mujer! Que perdedores! Como que no se dieron cuenta! Hasta ahora!

Yo voltee a ver a la mujer. Mi aliento se me fue. Me escondí detrás de mi servilleta de mesa mientras la veía. Ella vestía unos jeans muy azules, una blusa morada y altas botas cafés. Su largo cabello caía sobre sus hombros y espalda como la noche cae sobre los montes de mi tierra Mexicana. Perfectamente maquillada con su sonrisa de un tenue rojo escarlata, se acerco a mis vecinos de mesa y les dijo en voz clara lo siguiente: “Amor, amores todos, se que todos ustedes me aman, y solo les diré lo siguiente…mi cumpleaños se acerca, y solo el que tendrá el mejor regalo, me hará feliz! Así que mis queridos enamorados, tienen mucho que hacer! Les recomiendo que dejen de malgastar su tiempo platicando de mi y se pongan a trabajar…ustedes dirán!

Mis pobres amigos no supieron que decir! Reí fuertemente dentro de mí después del desenlace de la historia de mis vecinos cafeteros. Que atorón les dio a estos pobres bastardos! Sin más, ella salió del café, yo la vi mientras salía y el movimiento de sus bellas caderas trajo de nuevo el color a mis mejillas. Llame a la mesera, le pedí mi cuenta, pague, deje una propina, y salí del café. Camino a casa, la fría realidad cayó sobre mí como un balde de agua helada, pues yo estaba enamorado de la misma mujer. Si, de la misma mujer! La misma mujer de la cual mis vecinos del café estaban enamorados! Que pequeño es el pendejo mundo! Y yo quien era más que un pescador solitario, mi única preocupación era pescar cuatetes y amar a esta mujer!!! Si, yo soy un pescador! Toda mi vida se basaba en recordar sus besos en la brisa del mar y en mis cuatetes! Pero no me iba a quedar atrás…yo también quería concursar por su amor, así que me decidí trabajar día y noche para ganar esta competencia a la cual nos había sometido la reina, la musa, la música, mi brisa del mar, como yo le he llegado a llamar…y que gane el mejor! Con este pensamiento me dirigí a casa.

La noche de los cafeteros había terminado. Pero solo por hoy…
Fin.